Corría el año de 1958. España estaba dominada por dos dictaduras: la militar y la eclesiastica. La primera imponía sus leyes represivas mientras que la segunda "vigilaba" por la "moralidad espiritual" de todos los españoles. Era una época dura donde los derechos brillaban por su ausencia y eso se notaba y se palpaba en todas partes y en todas las esquinas. La mujer era considerada un simple objeto de belleza para el simple placer sexual del hombre y los creativos (artistas y dibujantes) eran explotados vilmente.
Los sueldos que cobraban los dibujantes eran buenos y les daba para vivir, pero las editoriales solían obligarles a firmar una cláusula en los contratos donde cedían su obra a la editorial así que ésta podía reeditar y reeditar infinidad de veces la misma obra con los consiguientes pingues beneficios pero sin volver a pagar a los autores. Ejemplos de ello fueron obra inmortales como El Jabato, El Capitan Trueno, Pumby, El Guerrero del Antifaz, Purk el Hombre de Piedra o hasta el mismo Mortadelo (personajes de cómics muy conocidos y queridos en España).
Era una época en la que los "derechos de autor" brillaban por su ausencia. Así que cualquier dibujante no le quedaba otra opción sino la de agachar la cabeza y seguir dibujando. Por esos motivos nació la revista Can Can. Can Can nació para competir con la revista Tio Vivo, (1957-1981): en su primera etapa (1957-1960), fue publicada por D.E.R., empresa independiente que integraban algunos destacados dibujantes de Bruguera.
Luego sería absorbida por Bruguera. ¿Qué traía de "novedoso" la revista? nada. Simplemente, motivado por la época, mostraban a unos personajes reprimidos sexuales (los hombre) y unas mujeres tontas, tontas, muy tontas con la idea fija de "atrapar" novios ricos para casarse. Lo curioso es que tanto la dictadura militar como la religiosa permitiesen este tipo de barbaridades.
Hartos de la tiranía de la editorial Bruguera y unos meses después de la marcha de cinco de los principales dibujantes de Bruguera (Cifré, Conti, Escobar, Giner y Peñarroya) para fundar la cooperativa D.E.R., la editorial contraatacó con el lanzamiento de una revista de humor orientada a adultos que, junto con la revista "El DDT de la risa", hiciera la competencia a la revista Tio Vivo que estaban sacando a la calle los fugados autores.
Can Can tenía una orientación festiva y levemente erótica (lo que permitía la censura de la época, claro), de ahí su nombre. Estaba orientada muy claramente al personal masculino, que era prácticamente el único con poder adquisitivo autónomo, con las chicas y señoritas en el punto de mira.
De hecho, en la portada solían aparecer mujeres sofisticadas, modernas, juveniles... pero siempre atractivas y sexis; en la contraportada, la fotografía de una mujer guapa y famosa, normalmente una actriz coloreada.
La revista estaba compuesta por historietas, chistes y breves artículos humorísticos. Para cubrir los huecos de los autores marchados, Bruguera había contratado a una nueva generación de dibujantes: Gin, Ibáñez, Raf, Segura, Nené Estivill, Gosett y Blas Sanchis; conocidos como la 2ª generación Bruguera. Estaban también otros dibujantes y escritores de primera línea o notables, como Vazquez, Nadal, Jorge, Martz Schmidt, Íñigo, Carrillo, Matias Guiu, Osky, Álvaro de la Iglesia y un largo etcétera.
Se crearon para Can Can algunas series, relacionadas con el mundo del espectáculo, como La Osa Mayor, agencia teatral (Vázquez), La historia esa vista por Hollywood (Vázquez e Ibáñez), Bambalino Talíez (Peñarroya); de hombres que se las daban de conquistadores de mujeres, como Don Adelfo (Ibáñez), Don Francachelo (Gin); de parejas jóvenes o de chicas independientes pero dispuestas al matrimonio, como Maritina, la chica de la oficina (Segura). Pero además, debido a la censura de la época, que mantenía los derechos sobre los personajes en manos de la editorial, contaba con todas las obras realizadas con anterioridad por los "rebeldes", que Bruguera podía reutilizar en Can Can todas las veces que le hiciera falta, por lo que la ausencia de éstos se hacía notar poco en los lectores.
La vida de la revista fue muy corta entre 1958-1960. 124 números más el número 0, regalado en Marzo de 1958. Los números 1 al 47 son de 1958, Del 48 al 100 corresponden a 1959 y de este en adelante, a 1960. El precio facial fue de 2,50 PTA. 26,5 x 18 cm y 20 páginas. Hay al menos 2 Almanaques, de 1958 y 1959, acabaría con el precio de 5 PTAS.
PROXIMAMENTE EN COMICS COMPARTIDOS
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1 comentario:
Cuánto me divertía con estas historietas.
Gracias por recordárnoslas.
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