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lunes, 1 de marzo de 2010

La pandilla Cu-Cux-Plaf- 1962

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LA PANDILLA DE CU-CUX-PLAF
 1962


Guión y dibujos: Martz Schmidt (Gustavo Martínez Gómez, Cartagena, Murcia; 1922, Elche, Alicante, 1998).


      En 1962 la ahora extinta Editorial Bruguera publicaba, en la revista Teniente Negro, una nueva y curiosa aventura que rompía los esquemas prefijados por la propia editorial. Esta aventura era  por capítulos de dos páginas a la semana y llevaba el título de "la pandilla Cu-Cux.Plaf". Hasta ese momento eran muy pocos los "privilegiados" que se les permitía poner en sus historias el "continuará" pues la norma era hacer historias cortas de una o dos páginas.  Aún estaba por venir el bum de Mortadelo y Filemón.  ¿El creador de este atrevimiento?  Martz Schmidt un, prácticamente desconocido para los lectores.



      ¿Por qué eligió la editorial a Schmidt para llevar a cabo esta serie? por esa época ya existían autores que vendían muy bien: Escobar, Conti, Ibañez... nunca lo sabremos pero lo cierto es que ésta era una de las primeras aventuras largas en clave de humor, siguiendo el ejemplo que daban los comics Belgas, cuya tradición seguirían, pocos años más tarde, otros personajes como Mortadelo y Filemón. Lamentablemente ésta fue la primera y única aventura de esta pandilla de niños pues la serie no tuvo una continuación.

      Martz Schmidt fue uno de los mejores autores de su generación de la Escuela Bruguera, Otras obras creadas por él fueron Don Usurio (1950), El doctor Cataplasma (1953) o el profesor Tragacanto y su clase, que es de espanto (1959), Doña Urraca... Tambien dibujaría otra serie más actual: Cleopatra para la revista GUAY en los años 80.

       Schmidt, con la pandilla Cu-Cux-Plaf, realizó una historia llena de intriga y misterio, bien desarrollada y planificada; en la que mantenía la tensión argumental hasta el final de la obra con nuevos elementos que entrarían,  en cada nuevo capítulo, en juego. 

      Su trabajo gráfico gozó de un dibujo muy elaborado y estudiado en el que combinaba la forma caricaturesca con el estilo más realista en una combinación perfecta de ambas. 


      Martz Schmidt, con la estética de la época de seis tiras de viñetas por página, nos cuenta el caso de un siniestro personaje. Sus protagonistas, son una pandilla de amigos que se reúnen a jugar en su club social: el Cu-Cux-Plaf; formado por:
 
       Johnny “el audaz y valiente”, cabecilla y valiente del grupo con su pistola de agua siempre encima, 

       Gafitas “el cerebro e intelectual del grupo”, 

       Antonio Zeppelin "Tonizeppe" “el gordo comilón” que solo piensa en comer, 

       Jaime “petardo”, “el más travieso”, 

       y Miss Betty, la niña rubia e hija repipi de los multimillonarios Filstrup. 

      Personajes que cumplen con un estereotipo de la sociedad de la época, que fácilmente se pueden extrapolar a la sociedad actual. Todo comienza cuando Miss Betty durante su estancia en el Cu-Cux-Plaf, es asustada por un misterioso ser, Fantomas Pérez, levantando la alarma de sus amigos, que acuden a los gritos de socorro, encontrándose a la muchacha desmayada; decidiendo dejarla descansar en la cama, para ver si recupera. 

       En un momento de descuido, Fantomas Pérez secuestra a la niña, dejando una carta que advierte del suceso, para el conocimiento de sus padres del tema.  Ante la gravedad de la situación Johnny, decide informar e investigar por su cuenta, recogiendo todas las pistas posibles, con la aparición de dos personajes importantes en la trama,  Don Inocencio (amigo de los Filstrup) y su mayordomo Tortolo tendrán una gran importancia en toda la trama.  

       En un principio, la culpa recae sobre uno de los miembros del club, pero siguiendo las pesquisas averiguan, realmente,  que ha sido , Fantomas Pérez, un enigmático señor con máscara, gorro y capa que corre por los tejados.  Los padres de Miss Betty, los señores Filstrup, tienen prohibido llamar a la policía por el bien de su hija según ordena Fantomas, y Don Inocencio, amigo de los Filstrup, está dispuesto a ayudar en lo necesario. La vida de Miss Betty depende de la pandilla, al igual que capturar al secuestrador. Pero todo se complica más cada vez que Johnny averigua algo nuevo. 
 
      Una historia de las de antes, que enganchan y divierten un buen rato. Fantomas es inolvidable, así como Don Inocencio. Si has leído el final, se te queda para siempre, igual que este magnífico cómic.

      La versión que comparto fue la publicada en DDT a finales de los años 60.





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1 comentario:

Valentín VN dijo...

Mi cómic favorito de Schmidt y eso es decir mucho.

Le dediqué una entrada en http://tonnerredebrest.blogspot.com/2009/06/la-pandilla-del-cu-cux-plaf.html